Mi Cine Delicias tiene hoy la pantalla velada, una mota del firmamento tremolante que brillaba en las películas del mejor cine de barrio. “que empiece ya o venga mi real”…un corte en el fotograma apuntillado sobre el tablón de anuncio del Cine La Gloria. En las llagas de los adoquines pulidos salpican las aguas, las ruedas del motocarro de Cándido. Antes del Atraco a las Tres, hágame Vd., el favor de posar junto a la Gracia inmortal de Gracita Morales, el López Vázquez y el maestro Fernán Gómez. Ya sabe que si vd., no supo quien fue en realidad, sepa que a nadie le resultó indiferente. Que creció , como los buenos vinos con los años y se hizo tan entrañable que logró conmovernos metido en la piel de los indeseables dictadores. El brillo en esa mirada inconfundible le delató de por vida; de ahora para la eternidad nos quedará la luz de su sonrisa. Descanse en paz, Manuel Alexandre.
si este es tu Cine: entra, ponte cómodo y ayúdame a recordar. -ANTONIO SIERRA ESCOBAR-
a mi PADRE...
Dedicado a las salas de CINE desparecidas en SEVILLA. Vaya mi pequeño tributo de admiración y cariño a esas calles y edificios que las cobijaron y el LLAMAMIENTO encarecido a cuantas personas quieran aportar datos ó documentos gráficos sobre su existencia a este rincón, donde deseo que se consideren como en su propio PATIO DE BUTACAS
la novela
Datos personales
- ANTONIO SIERRA ESCOBAR
- MONTEQUINTO, SEVILLA, Spain
- SI TE GUSTA, ¡QUE IMPORTA QUE NO LO COMPRENDAS!
viernes, 15 de octubre de 2010
viernes, 1 de octubre de 2010
Adios.
Nos dejó uno de los grandes mitos, leyendas, actores, secundones, cómicos. Se van los grandes...-no- se fueron haciendo viejos con nosotros, recordándonos que hubo un tiempo en que fuimos más jóvenes, más intrépidos y sobre todo, más atractivos. Se fue uno de los que conquistaron la industria del "7 arte", por la cara -la suya- ¡guapísimo! y alcanzó el olimpo de los mitos. Hasta pudo besar los labios más sensuales y deseados de la comedia efímera que corría hacia el éxito con Faldas y a lo loco. El amante soñado, el conquistador de las mil y una mujeres fatales. El mágico "eastmancolor", se ha quedado hoy posando en glorioso blanco y negro. La gloria es efímera: ¡yo soy Espartaco!, pero esa foto fija, amenaza con desafiar hasta la misma muerte.
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