A la una y a las dos
cierran los conventos
y las pobres monjas
se quedan adentro
y los monaguillos
van a la cocina
hacen chocolate
para las vecinas
las vecinas dicen:
¡ay que rico está!
-guardame un poquito-
para merendar.
homenaje al CINE ARRAYÁN
calle Arrayán s/n, esquina a Plaza Calderón de la Barca.
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