HOY RESTRENO PREFERENTE:
"Adios cigüeña...adiós"
-Selecta nevería-
Al principio fue “Del Rosa al Amarillo”…y había que enamorarse. Después vendría el invierno gris, el crudo invierno en estación de esquí en la Sierra de Guadarrama, donde unos adolescentes que se intercambiaban cartas de amor con corazones ensaltados por la flechas de Cupido, intentaban llevar a la práctica las primeras clases de educación sexual impartidas por la “dictablanda”. Precursores de la pandilla de verano azul…había de enamorarse –no por ser una cosa nueva- sino por ser el primer amor. El primer amor enamorado de la niña morena del pelo recogido y la falda escocesa; el de las trencas de aquellos catorce años de inopia. Los querubines del cielo de Miguel Angel tenián tu misma cara de embobado en clase , mirando la s trenzas de tu primer amor, mientras tus compañeros reían ante el desnudado tabú del óvulo fecundado en la pizarra. Había que enamorarse , todos estábamos enamorados de la edad del primer amor, todos éramos cómplices e intermediarios de la pareja. Ellos sólo tenían que dedicarse a la onírica contemplación, al lenguaje de las miradas y gestos….nosotros pondríamos letra y música al original de Platón.. Nuestros padres estaban muy ocupados, estrenando piso y mobiliario, cuando nó firmando letras del seiscientos. Entonces el genial talento de Summer se fijó en nosotros y haciéndole un giño a la censura de Franco, nos contó la historia más grande del primer amor, jamás contada y nuestros padres, al verla en la gran pantalla, comenzaron a comprender lo poco que sabían de sus hijos adolescentes o más bien, lo poco que sus hijos confiaban en ellos. La cigüeña decía adiós, pero el primer amor quedaba para siempre en el llanto de un recien nacido, aunque no fuera deseado
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